Citaba recientemente EXPANSIÓN, que de acuerdo con el Centro Nacional de Inteligencia, la factura anual de cibercrimen en las empresas españolas asciende a 19.000 millones de euros. Y si bien la ingeniería social suele ser la forma más habitual de infección, es el despliegue masivo de las telecomunicaciones y los dispositivos móviles, lo que realmente ha multiplicado los mecanismos de contagio.
Los viajes de empresa no son ajenos a este fenómeno, puesto que una parte considerable de los viajeros de negocio utilizan ciber-cafés, hoteles, redes de aeropuertos, o redes de terceros para conectarse en itinerancia, sin verificar su seguridad o tomar medidas sobre la protección de datos, como ya contábamos en un post anterior.
Hace un par de días hemos podido leer cómo en las habitaciones de hotel existen al menos quince puntos, desde los que se puede ser escuchado o grabado, conforme a un informe publicado por Hotel.info. Pese a ello, el informe coincide en que los mayores riesgos contra la seguridad los conlleva el uso de aparatos de comunicación, porque intervenir el correo o el smartphone resulta mucho más sencillo que espiar al huésped en el hotel, y para evitarlo propone un conjunto de medidas de protección.
Ciertamente, los viajeros de negocio son una presa apetitosa, para quienes desean acceder a datos e información confidencial o de alto valor estratégico para la empresa, porque muy a menudo cargamos con ingente información sin ser del todo conscientes de la vulnerabilidad de las medidas de seguridad que en su caso hayamos adoptado. Por ello, la necesidad de extremar la seguridad de los datos, no sólo afecta a los departamentos de sistemas de las empresas, sino que es también una tarea por la que deben velar los travel managers. Por lo general, estos aspectos están bien cubiertos en las multinacionales y en grandes compañías, pero en muchas pymes no existe un protocolo de actuaciones para evitar robos de datos en viajes de negocio.
He aquí una breve breve guía de recomendaciones, para que sus datos también "viajen" seguros.
(c) GEBTA. Alicia Estrada/Marcel Forns, 2014
Los viajes de empresa no son ajenos a este fenómeno, puesto que una parte considerable de los viajeros de negocio utilizan ciber-cafés, hoteles, redes de aeropuertos, o redes de terceros para conectarse en itinerancia, sin verificar su seguridad o tomar medidas sobre la protección de datos, como ya contábamos en un post anterior.
Hace un par de días hemos podido leer cómo en las habitaciones de hotel existen al menos quince puntos, desde los que se puede ser escuchado o grabado, conforme a un informe publicado por Hotel.info. Pese a ello, el informe coincide en que los mayores riesgos contra la seguridad los conlleva el uso de aparatos de comunicación, porque intervenir el correo o el smartphone resulta mucho más sencillo que espiar al huésped en el hotel, y para evitarlo propone un conjunto de medidas de protección.
Ciertamente, los viajeros de negocio son una presa apetitosa, para quienes desean acceder a datos e información confidencial o de alto valor estratégico para la empresa, porque muy a menudo cargamos con ingente información sin ser del todo conscientes de la vulnerabilidad de las medidas de seguridad que en su caso hayamos adoptado. Por ello, la necesidad de extremar la seguridad de los datos, no sólo afecta a los departamentos de sistemas de las empresas, sino que es también una tarea por la que deben velar los travel managers. Por lo general, estos aspectos están bien cubiertos en las multinacionales y en grandes compañías, pero en muchas pymes no existe un protocolo de actuaciones para evitar robos de datos en viajes de negocio.
He aquí una breve breve guía de recomendaciones, para que sus datos también "viajen" seguros.
(c) GEBTA. Alicia Estrada/Marcel Forns, 2014