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miércoles, 29 de enero de 2020

Coronavirus y viajes de empresa



Las aerolíneas empiezan a tomar medidas frente al coronavirus. British Airways ha sido la primera compañía en anunciar la anulación de sus vuelos a China. Después Lufthansa, Iberia y otras muchas.
Muchas empresas globales están tomando también medidas al respecto; la precaución y el deber de cuidado hacia sus empleados expatriados, desplazados o en misión forma parte de las obligaciones legales y morales de las compañías. Empresas como el Banco HSBC ha prohibido durante dos semanas que su personal viaje a Honk Kong y China. El gigante chino de los videojuegos Tencent y el gigante Alibaba han pedido a sus trabajadores que se queden en casa hasta el 10 de febrero. El grupo Peugeot Citroen está repatriando a sus empleados del área de Wuhan y a sus familias. El enlace ferroviario de alta velocidad que une China continental con Hong Kong dejará de operar a partir del 30 de enero. 

En fin… que el coronavirus exige prudencia en los viajes de negocios y un estricto cumplimiento por parte de las empresas de las normativas legales del deber de cuidado hacia sus trabajadores.

No nos cansaremos nunca de repetir que la gestión de la seguridad (preferimos este término a gestión del riesgo) debe ser la primera prioridad en el management de los desplazamientos profesionales y este trabajo no solo afecta a los Travel managers y a los departamentos de  viajes, debe ser un enfoque primordial para departamentos de RRHH, prevencionistas, departamentos legales y por supuesto, direcciones generales. Las agencias especialistas en viajes de negocios podemos ayudarles en la consecución de este objetivo.

Alicia Estrada. GEBTA. 2019

Nota: este artículo es un resumen y traducción del original publicado en The Guardian. El @ corresponde al medio y a su autor.

lunes, 27 de enero de 2020

¿Sabías que las empresas con mayor cultura viajera obtienen mejores KPIs que el resto? (I)

Mantener el presupuesto para viajes de empresa en un escenario de desaceleración puede suponer un esfuerzo extenuante para muchos Travel Managers. La lógica de cualquier empresa pasa, como debe ser, por poner el foco en la optimización de los costes y en la mejora de las eficiencia. De ahí a recortar la partida de viajes, en particular cuando el escenario global se presenta menos expansivo, y cuando la decisión final depende de departamentos de compras, financieros, o del área de administración, hay muy poco trecho.

Sin perjuicio de todo lo anterior, y como hemos venido repitiendo en los últimos meses, la cuadratura del círculo es posible todavía, porque las empresas españolas disponen de margen de actuación para la reducción de costes en los viajes de negocio, sin que por ello tengan que comprometer necesariamente su capacidad para seguir viajando, cuando sea preciso.

La clave para ello la encontramos fundamentalmente en la eliminación o reducción de los costes ocultos e ineficiencias en la gestión de los distintos procesos, que mayoritariamente pasan por la digitalización e integración de los mismos.

Pero no voy a centrarme en desarrollar este punto en el presente post, puesto que ya lo he hecho en anteriores artículos. En esta ocasión, por el contrario, voy a focalizarme en poner de relieve los datos publicados recientemente por la Harvard Business Review (HBR), puesto que vienen a poner el dedo en la llaga, recordándonos con datos, que los viajes de negocio constituyen una inversión, y que sí existen diferencias significativas en los resultados de las empresas, en función de la mayor o menor madurez de sus políticas de viajes.

De acuerdo con el estudio Travel Culture: Your Competitive Advantage in a Global Market, las empresas que presentan una cultura viajera más sólida, es decir aquellas que consideran los viajes como una inversión estratégica, presentan mejores resultados en los KPIs analizados: son más rentables, tienen los procesos operativos más eficientes, mayores cuotas de mercado, mayores índices de retención y fidelización de clientes, así como de satisfacción de empleados, o son más innovadoras que su competencia ...

De hecho, el estudio pone de manifiesto que las empresas con una cultura de viajes más sólida obtienen unos porcentajes de éxito en los citados KPIs, que de media doblan al resto de empresas objeto de comparación.




Las conclusiones del estudio de HBR y la explicación de los resultados presentados tienen lógica, porque son la derivada indirecta de los atributos que asignamos a las reuniones presenciales, dada la mayor capacidad de éstas para generar confianza (build trust), que está en la base de cualquier negocio.


En definitiva, datos relevantes a tener en cuenta, y que deben servirnos para revisar nuestras políticas de viajes, acometer las necesarias mejoras de los procesos pendientes, para reducir los costes ocultos e indirectos que todavía no tengamos adecuadamente integrados, y para compartir con el resto de departamentos de nuestra empresa, con el objetivo de alinear las posiciones y favorecer una visión madura y estratégica de los viajes.

Porque ¿de qué va esto del business travel, si no de invertir del modo más eficiente y seguro posible, para seguir creciendo?


Marcel Forns (c) GEBTA 2020

jueves, 23 de enero de 2020

Movilidad urbana y viajes de negocios




De la mano de Mozio y AMEX GBT hace tan solo unos días se celebró en Nueva York un foro internacional en torno a la movilidad en viajes y se puso a debate el tema de las nuevas formas de movilidad y los viajes de negocios. El foro pretendía aproximar el mundo de la nueva movilidad a la distribución a través de empresas y agencias especializadas en Business Travel, detectando precisamente las debilidades y amenazas que puede encontrar esta relación a tres bandas.

El primer elemento que se puso encima de la mesa fue el choque de lo que en el Foro llamaron proveedores de movilidad tradicional y proveedores de movilidad innovadora.


·        En el primer grupo, el de la movilidad tradicional, se encuentran compañías de taxis, rentacaristas, empresas de renting etc. que proporcionan un servicio de calidad con garantía de vehículos y compromisos de servicio (SLA)  muy estipulados y reglamentados y que ofrecen un nivel de precio acorde al servicio que prestan (más alto que empresas del otro grupo) Este grupo no está formado por las empresas con mayor agilidad técnica.

·        La nueva movilidad está en manos de empresas innovadoras que proporcionan una tecnología muy eficiente y ágil para el cambio, con tarifas más bajas que la movilidad tradicional pero que pueden quedarse atrás cuando se trata de dar garantías de servicio, atención al cliente, temas legales, temas de seguridad (Incuestionables en viajes de empresa)


En esta situación tanto la agencia corporativa como la empresa se encuentran en la dificultad de conciliar ambas filosofías ¿Cómo se fusionan ambos mundos, cada uno con sus ventajas e inconvenientes?

Las dificultades no acaban aquí para los viajes corporativos. En el sector del Business Travel estamos muy habituados a firmar alianzas comerciales con grandes proveedores o con agregadores de oferta. Si contemplamos el panorama actual de la movilidad urbana (car sharing, car pooling, moto eléctrica compartida…) y de la micromovilidad (patinetes, bicicletas etc.) nos encontramos con un sector tan disgregado que para un gestor de viajes corporativos en la empresa o en la agencia, resulta muy difícil redireccionar a sus viajeros de negocios hacia un pequeño número de proveedores, con el fin de obtener tarifas preferenciales. ¿Cómo se parametriza este galimatías en política, cómo se firman los acuerdos con las empresas de movilidad, como se centralizan los pagos? En palabras de David Litwak, CEO de Mozio, “En cuestiones de movilidad urbana para las empresas estamos en plena Guerra de las trincheras”. ¿Cómo avanzar posiciones en esta primera guerra mundial de la movilidad urbana?

En el foro se pronosticó que la siguiente batalla se dirimiría entre actores muy grandes y muy tecnológicos, tipo Uber, Google Maps o similar, alguien capaz de crear una superAPP que aglutinara las diferentes soluciones de movilidad en un único lugar, ofreciendo además de la conexión con proveedores de movilidad urbana, la incorporación de múltiples plataformas de transporte público. Se trataría evidentemente de un interfaz único con sistemas de pago estándares. El desarrollo nos hace recordar a un BSP de la movilidad.

En el foro se puso de manifiesto que solo cuando se produzca este periodo de consolidación de la movilidad en un número muy pequeño de marketplaces, será factible incorporar definitivamente la movilidad urbana como clave de las políticas de viajes corporativas. Por nuestra parte, estamos seguros de que los requerimientos de sostenibilidad en las empresas van a hacer necesario llegar a un entente con este nuevo sector, un camino que las agencias GEBTA ya han comenzado pero que es necesario dinamizar más rápidamente. ¡Qué así sea!


© Alicia Estrada. GEBTA. 2020.

jueves, 9 de enero de 2020

Economía, geopolítica y seguridad en viajes


La seguridad y las políticas de prevención deben tener un papel destacado en las políticas de viaje de las empresas. Aunque pueda parecer una afirmación del todo innecesaria, en un escenario de desaceleración económica y con potenciales nuevos focos de conflicto, la observación está más que justificada.

En lo que al primer punto respecta, los travel managers y gestores de viajes de las empresas conocen bien que, en contextos de menor crecimiento económico, los presupuestos de las partidas de viajes suelen resentirse y tienden a reforzar los ya habituales criterios de ahorro. Nada que decir, salvo cuando la rigidez y austeridad de las políticas de viajes pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos de desarrollo y crecimiento de las propias empresas, o la seguridad de sus empleados.

De hecho, en previsión de que el escenario económico fuera menos expansivo que en años anteriores, desde GEBTA hemos aprovechado para recuperar algunas de las reglas básicas a aplicar para la contención de los presupuestos y partidas de viajes, que es conveniente recordar, con el objetivo de lastrar lo mínimo la capacidad de las corporaciones para continuar desarrollando relaciones y negocio.

Por otro lado, el segundo aspecto a tener en cuenta, el de la seguridad y la prevención, vuelve a cobrar en la actualidad un mayor protagonismo. No porque lo hubiera perdido, sino simplemente porque el contexto global ha vuelto a poner encima del tablero de juego nuevos factores de riesgo, con el que las empresas deberán contar.

A la expansión de conflictos locales que hemos visto nacer en el último tercio del 2019, de mayor o menor virulencia, se le podría unir ahora una escalada de episodios derivados de la tensión generada por las acciones llevadas a cabo por los EEUU en Oriente Medio.

En realidad, las empresas llevan años acostumbradas a moverse en escenarios de inestabilidad e incertidumbre. Lo que ha cambiado respecto de los últimos ejercicios, es que el desarrollo de políticas de seguridad y prevención en viajes se había ido produciendo en un contexto de crecimiento, y es precisamente la entrada en un ciclo de desaceleración lo que puede poner en riesgo el adecuado cumplimiento de las mismas, cuando el nivel de madurez de la seguridad y prevención en viajes en España, es todavía insuficiente.

Mucha responsabilidad para los travel managers y para los gestores de viajes, que probablemente tendrán que redoblar esfuerzos para defender sus políticas en un entorno de mayor austeridad. Ante ello, siguen siendo válidas las recomendaciones que realizábamos en el marco del primer estudio sobre la Seguridad y la Prevención en Viajes de Empresa en España

La primera, es que la responsabilidad en la empresa debe ser compartida, y en la medida de lo posible hay que buscar la complicidad de otros departamentos como RRHH y Prevención, porque es la forma más sencilla de blindar nuestros objetivos.

La segunda es que conviene buscar apoyo en agencias y partners externos especializados, porque hay que cerrar bien el círculo del viaje, de inicio a fin, en todas sus distintas facetas.


Marcel Forns (c) GEBTA 2020