Comentábamos en nuestro post anterior sobre la evolución previsible de la gestión de perfiles de viajeros en el sector vacacional, haciendo referencia a la compartición de estos perfiles por empresas distintas, incluso tratándose de empresas de la competencia.
¿Qué va a ocurrir con los perfiles del viajero en el mundo corporativo? Actualmente son los GDS’s los propietarios principales de los perfiles de viajeros de empresa. Los programas de autobooking, ajenos a los GDS’s obligan en general a las empresas a volver a crear el perfil del viajero, lo que genera no sólo duplicidad de datos si no una carga importante de trabajo. Ocurre lo mismo si instalamos una herramienta de gestión de gastos en viajes, por poner un ejemplo.
Evidentemente el caos es mayúsculo y el trabajo se multiplica para los gestores enargados de la creación y mantenimiento de los perfiles. Surgen además problemas enraizados con los temas de protección de datos. En el momento en que un trabajador abandona una empresa ¿Qué ocurre con sus datos? ¿Se le está justificando al viajero la destrucción de datos, que además pueden ser de máxima protección como creencias religiosas o enfermedades? (Piense en un perfil creado para un viajero judío que exige comida kosher o el perfil de un viajero celiaco por ejemplo).
Esperemos que la técnica venga en ayuda del sentido común: los datos pertenecen a sus propietarios, es decir a las empresas y a los viajeros y a ellos les corresponderá crearlos y mantenerlos o buscar quien en su nombre haga este trabajo.
Recientemente hablaba de este tema el gurú americano de business travel, Scott Gillespie y los escenarios que pintaba sobre el futuro de la gestión de perfiles, no están muy alejados de los pronósticos de IBM sobre el sector vacacional.
Parece razonable pensar que en un futuro se impongan las herramientas de gestión de perfiles. Estas herramientas darán cabida a dos tipos de datos en relación con el viaje corporativo.
1. Datos de la empresa, de su política, de las formas de pago de los viajes, administradores, gestión de alertas etc.
2. Datos del viajero como preferencias, tipología de viajero para asignación de política, datos personales etc.
Mientras un viajero tenga establecida una relación laboral con una empresa, ambos perfiles cohabitarán. En el momento que cese la relación profesional con la empresa, el viajero podrá llevarse sus datos personales o automáticamente se destruirán. Por supuesto los datos de la empresa serán opacos para el viajero en el momento en que abandona su trabajo.
De esta forma, y seguimos sacando la bola de cristal, va a haber un progresivo direccionamiento de las herramientas de trabajo hacia el gestor de perfiles de la empresa. La SBT, el aplicativo de gestión de gastos, la agencia de viajes… no deberán crear perfiles en cada situación, deberán eso sí actuar con unos protocolos de convergencia que les permita entrar en el gestor de perfiles de la empresa y trabajar con estos datos. ¿Va a pasar lo mismo con los GDS’s? Este pronóstico parece mucho más difícil.
Y saben también lo que se preguntaban a este respecto Guillispie y otros colegas, travel managers americanos? ¿Va a llegar un momento en que el gestor de perfiles corporativos va a tomar la parte del perfil del viajero, de los datos de su perfil social, por ejemplo de su twitter o de su facebook? Hay que trabajar todavía mucho en este campo en temas de seguridad y protección de datos pero parece que la idea es válida y quizás los perfiles de los viajeros se vinculen más redes específicas como Tripit o Dopplr ¿Se han fijado en todo caso que el perfil de Tripit se puede establecer con el log-in de Facebook?
Lo dicho. La gestión de perfiles se va a simplificar enormemente aunque los pasos para conseguirlo no lo van a ser tanto.
(c) GEBTA. Alicia Estrada, 2012.
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