¿Qué demandan las empresas cuando organizan eventos corporativos?
Esta es la pregunta que nuestros colegas de Eventoplus hicieron en un reciente estudio a organizadores de incentivos, convenciones, seminarios etc.
El 74% de los profesionales encuestados respondió que el objetivo clave de una empresa a la hora de organizar un evento es sorprender a sus invitados, ser creativa. Otros elementos demandados por las organizaciones –seguimos leyendo en la encuesta Eventoplus-- son los eventos con formatos que favorezcan el networking y el contacto entre los asistentes; la posibilidad de realizar actividades de grupo y teambuilding; la gastronomía de calidad; la introducción de temas de RSC y sostenibilidad; entornos que favorezcan la formación etc.
Ahora viene el reto. ¿Cómo conciliamos la consecución de estos objetivos con la austeridad y la contención de gastos que priman en el sector? Existen múltiples opciones evidentemente, pero en GEBTA tenemos una especial confianza en el feliz maridaje “enoturismo-eventos de empresa”, y la pasada semana surgió la ocasión de comprobarlo, compartiendo dos días de trabajo y descubrimientos en la Ruta del vino Somontano con los responsables de empresas de una de las agencias de nuestro grupo.
¿Y cuál fue el resultado de este encuentro? Creemos que el enoturismo ha aprobado con nota muy alta y estamos seguros que las bodegas y los agentes del territorio de Somontano han pasado a formar parte del portfolio de productos de nuestra agencia.
Hablar de enoturismo no es hablar de vino, es hablar de cultura en torno al vino y la viña. Es hablar de las gentes que elaboran el vino y que llevan generaciones sacando adelante a sus familias gracias al viñedo. Hablar de enoturismo es emocionar a nuestros invitados de empresa haciéndoles participar en la vendimia y en las fiestas populares, es hacerles conocer la gastronomía del territorio, presentarles con orgullo las variedades locales de uva y compartir con ellos los trabajos de la poda, el deshoje o el clareo de racimos. Hacer enoturismo es visitar pequeñas bodegas en las que catar con el propietario, el tinto familiar o perderse en los inmensos océanos que constituyen las salas de barricas de muchas grandes bodegas.
Además, contar con el enoturismo para los eventos de empresa es apoyar al sector primario, es colaborar activamente en el mantenimiento de una forma de vida que se nos escapa de manera irremediable. Ligar el enoturismo a los proyectos de RSC de las empresas y especialmente a los temas de sostenibilidad y responsabilidad medioambiental es una labor fácilmente justificable. En los territorios de vino existen múltiples agentes y bodegas que pueden apoyar los compromisos de las empresas organizadoras de eventos, aportando sus certificaciones de agricultura ecológica, orgánica, sus compromisos de RSC etc. Además las Rutas del vino de España, lideradas por ACEVIN, la asociación española de ciudades del vino, están involucradas en un proyecto común de territorios socialmente responsables.
Volvamos ahora a las demandas de nuestros clientes. ¿Seguir un seminario de formación desde una sala abierta a los viñedos rojos de otoño favorece la buena predisposición de los asistentes? ¿Hay algo más fácil que charlar y reforzar el networking con los colegas compartiendo una copa que un viticultor orgulloso de su trabajo nos acaba de servir? Casi todas las bodegas están en entornos rurales ¿le preocupa encontrar cerca de la bodega, los espacios adecuados para las actividades de teambuilding del grupo? ¿Le preocupa sorprender a sus invitados? Me gustaría hablarles de la emoción de nuestro grupo la pasada semana cuando entramos en una bodega casi industrial y de repente, se abrió una gran puerta que dio paso a una maravillosa sala de barricas iluminada sutilmente con artísticos árboles de hierro, que nos marcaron el paso hacia el comedor de una villa italiana. ¡Suena a Visconti! Sí, pero era Blecua. Y hablando de Somontano, las mismas emociones le contaríamos de bodegas como Irius, de deslumbrante arquitectura, como Enate crisol de vino y arte, pequeñas bodegas familiares como Sers o atrevimientos llenos de osadía como De Beroz...
Definitivamente. Sí. Nos gusta el maridaje.
(c) GEBTA. Alicia Estrada, 2011.
Esta es la pregunta que nuestros colegas de Eventoplus hicieron en un reciente estudio a organizadores de incentivos, convenciones, seminarios etc.
El 74% de los profesionales encuestados respondió que el objetivo clave de una empresa a la hora de organizar un evento es sorprender a sus invitados, ser creativa. Otros elementos demandados por las organizaciones –seguimos leyendo en la encuesta Eventoplus-- son los eventos con formatos que favorezcan el networking y el contacto entre los asistentes; la posibilidad de realizar actividades de grupo y teambuilding; la gastronomía de calidad; la introducción de temas de RSC y sostenibilidad; entornos que favorezcan la formación etc.
Ahora viene el reto. ¿Cómo conciliamos la consecución de estos objetivos con la austeridad y la contención de gastos que priman en el sector? Existen múltiples opciones evidentemente, pero en GEBTA tenemos una especial confianza en el feliz maridaje “enoturismo-eventos de empresa”, y la pasada semana surgió la ocasión de comprobarlo, compartiendo dos días de trabajo y descubrimientos en la Ruta del vino Somontano con los responsables de empresas de una de las agencias de nuestro grupo.
¿Y cuál fue el resultado de este encuentro? Creemos que el enoturismo ha aprobado con nota muy alta y estamos seguros que las bodegas y los agentes del territorio de Somontano han pasado a formar parte del portfolio de productos de nuestra agencia.
Hablar de enoturismo no es hablar de vino, es hablar de cultura en torno al vino y la viña. Es hablar de las gentes que elaboran el vino y que llevan generaciones sacando adelante a sus familias gracias al viñedo. Hablar de enoturismo es emocionar a nuestros invitados de empresa haciéndoles participar en la vendimia y en las fiestas populares, es hacerles conocer la gastronomía del territorio, presentarles con orgullo las variedades locales de uva y compartir con ellos los trabajos de la poda, el deshoje o el clareo de racimos. Hacer enoturismo es visitar pequeñas bodegas en las que catar con el propietario, el tinto familiar o perderse en los inmensos océanos que constituyen las salas de barricas de muchas grandes bodegas.
Además, contar con el enoturismo para los eventos de empresa es apoyar al sector primario, es colaborar activamente en el mantenimiento de una forma de vida que se nos escapa de manera irremediable. Ligar el enoturismo a los proyectos de RSC de las empresas y especialmente a los temas de sostenibilidad y responsabilidad medioambiental es una labor fácilmente justificable. En los territorios de vino existen múltiples agentes y bodegas que pueden apoyar los compromisos de las empresas organizadoras de eventos, aportando sus certificaciones de agricultura ecológica, orgánica, sus compromisos de RSC etc. Además las Rutas del vino de España, lideradas por ACEVIN, la asociación española de ciudades del vino, están involucradas en un proyecto común de territorios socialmente responsables.
Volvamos ahora a las demandas de nuestros clientes. ¿Seguir un seminario de formación desde una sala abierta a los viñedos rojos de otoño favorece la buena predisposición de los asistentes? ¿Hay algo más fácil que charlar y reforzar el networking con los colegas compartiendo una copa que un viticultor orgulloso de su trabajo nos acaba de servir? Casi todas las bodegas están en entornos rurales ¿le preocupa encontrar cerca de la bodega, los espacios adecuados para las actividades de teambuilding del grupo? ¿Le preocupa sorprender a sus invitados? Me gustaría hablarles de la emoción de nuestro grupo la pasada semana cuando entramos en una bodega casi industrial y de repente, se abrió una gran puerta que dio paso a una maravillosa sala de barricas iluminada sutilmente con artísticos árboles de hierro, que nos marcaron el paso hacia el comedor de una villa italiana. ¡Suena a Visconti! Sí, pero era Blecua. Y hablando de Somontano, las mismas emociones le contaríamos de bodegas como Irius, de deslumbrante arquitectura, como Enate crisol de vino y arte, pequeñas bodegas familiares como Sers o atrevimientos llenos de osadía como De Beroz...
Definitivamente. Sí. Nos gusta el maridaje.
(c) GEBTA. Alicia Estrada, 2011.