¿Existen
parcelas de mejora en la optimización de los gastos que las empresas destinan a
la cuenta de viajes? “Haberlos, haylos” y en ocasiones en ámbitos poco explorados
por las organizaciones. Nos referimos en esta ocasión a millas gratuitas a
partir de programas de pasajero frecuente. ¿Podemos hacer una gestión
estratégica de estas millas o puntos sin entrar además en posiciones violentas
con nuestros viajeros?
España no es
un país donde los programas de pasajero frecuente formen parte de la gestión
estratégica del viaje de negocios y en general se han dejado en manos de los
propios viajeros.
En el mundo
corporativo existen actualmente unos 200 programas de pasajero frecuente
vinculados a grandes aerolíneas, cadenas hoteleras, empresas de alquiler de
coches etc. Estos programas se han convertido en verdaderas herramientas de
marketing y las diferencias entre ellos son tan grandes que exigen una
aproximación más técnica que simplemente adherirse al programa de la aerolínea
con la que más comúnmente volamos.
Un baremo
muy sencillo que podemos realizar es comparar el número de millas que debemos
volar para poder disfrutar de un vuelo gratuito, ida y vuelta, en clase
económica en un país de la Unión Europea. Nos encontraremos con una horquilla
que va de las 5.500 millas hasta las 111.000 millas. ¡Demasiada diferencia!
Teniendo en
cuenta que los programas de pasajero frecuente establecen entre ellos altos
niveles de relación en función unas veces de alianzas, otras de partenariados
comerciales, podría darse el caso de volar habitualmente con una aerolínea y
sin embargo contabilizar las millas con el programa de pasajero frecuente de
otra compañía. Hay que tener en cuenta por ejemplo que compañías como Alitalia
participan en los programas de otras 18 aerolíneas; Iberia colabora con otras
16 compañías aéreas y Lufthansa con 22 líneas. Un estudio a fondo nos podría llevar
a ser pasajeros frecuentes de Air Berlín pero inscritos en el programa de
Iberia o a la inversa, y sólo por poner un ejemplo.
Políticas empresariales con millas
voladas
Existen diferentes
posicionamientos al respecto. En todo caso se trata de un tema delicado que
debiera formar parte de las políticas de recursos humanos de las compañías, lo
que tampoco es habitual en nuestro país.
En general
tendremos tres posicionamientos ante los puntos provenientes de los programas
de pasajero frecuente:
- Uso individual del viajero. Ninguna participación de la compañía.
- Puntos compartidos entre el viajero y al organización.
- Programas
de puntos para empresas.
(c) GEBTA. Alicia Estrada, 2013
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