El sentido común y el reciente estudio de CWT realizado con una amplia y significativa muestra de 10.000 viajeros confirman que la gran mayoría de los viajes (88%) resultan satisfactorios en términos de ROI.
No se trata de datos econométricos -para ello ya existen otros estudios como los de Oxford Economics o de GEBTA, que corroboran el impacto positivo del BT en la actividad empresarial y la economía en general- pero son indicadores añadidos que reflejan la importancia y los beneficios que conllevan los viajes corporativos.
Pero para que el resultado de un viaje de negocio sea satisfactorio, suelen darse una serie de circunstancias, cuya coincidencia -de acuerdo con el estudio de CWT- favorece un mayor retorno de la inversión: programar más de una reunión por viaje, asignar tiempo suficiente para las reuniones, planificar y reservar con antelación necesaria ....
Después de varios años de reestructuración, racionalización y redimensionamiento de las inversiones, las empresas y las organizaciones en general han realizado un esfuerzo ingente para incrementar su eficiencia y productividad.
Como resultado de los anterior, en los últimos años hemos asistido también a una revisión de los formatos, contenidos y tarifas de muchas ferias y salones, en particular de aquéllos que se han podido ver penalizados, por generar menor valor y retorno a los participantes profesionales. La desafección por las ferias no ha sido un hecho aislado por parte de muchas compañías.
La impresión, sin embargo, es que el paso del tiempo ha contribuido a poner las cosas en su sitio. Los salones profesionales han procurado reinventarse y las empresas se han focalizado en hacer más eficientes sus desplazamientos, con el objetivo de optimizar la inversión efectuada.
Probablemente esta misma lectura sea aplicable a la pasada edición de FITUR, certamen de referencia para la industria de los viajes y del turismo, en la que se habría podido observar una mayor actividad profesional que en otros años y un cierto (y conveniente) redimensionamiento de la presencia institucional. Más agenda de trabajo, más reuniones y mayor planificación de los encuentros, que en ediciones anteriores .... además de un claro ambiente positivo entre los profesionales del sector,
Todos ellos, ingredientes indispensables para favorecer los negocios. No bajemos la guardia.
(c) GEBTA. Marcel Forns, 2015
No se trata de datos econométricos -para ello ya existen otros estudios como los de Oxford Economics o de GEBTA, que corroboran el impacto positivo del BT en la actividad empresarial y la economía en general- pero son indicadores añadidos que reflejan la importancia y los beneficios que conllevan los viajes corporativos.
Pero para que el resultado de un viaje de negocio sea satisfactorio, suelen darse una serie de circunstancias, cuya coincidencia -de acuerdo con el estudio de CWT- favorece un mayor retorno de la inversión: programar más de una reunión por viaje, asignar tiempo suficiente para las reuniones, planificar y reservar con antelación necesaria ....
Después de varios años de reestructuración, racionalización y redimensionamiento de las inversiones, las empresas y las organizaciones en general han realizado un esfuerzo ingente para incrementar su eficiencia y productividad.
Como resultado de los anterior, en los últimos años hemos asistido también a una revisión de los formatos, contenidos y tarifas de muchas ferias y salones, en particular de aquéllos que se han podido ver penalizados, por generar menor valor y retorno a los participantes profesionales. La desafección por las ferias no ha sido un hecho aislado por parte de muchas compañías.
La impresión, sin embargo, es que el paso del tiempo ha contribuido a poner las cosas en su sitio. Los salones profesionales han procurado reinventarse y las empresas se han focalizado en hacer más eficientes sus desplazamientos, con el objetivo de optimizar la inversión efectuada.
Probablemente esta misma lectura sea aplicable a la pasada edición de FITUR, certamen de referencia para la industria de los viajes y del turismo, en la que se habría podido observar una mayor actividad profesional que en otros años y un cierto (y conveniente) redimensionamiento de la presencia institucional. Más agenda de trabajo, más reuniones y mayor planificación de los encuentros, que en ediciones anteriores .... además de un claro ambiente positivo entre los profesionales del sector,
Todos ellos, ingredientes indispensables para favorecer los negocios. No bajemos la guardia.
(c) GEBTA. Marcel Forns, 2015