Recientemente SAP
CONCUR presentó las 20 tendencias que impactarán en las empresas y los viajeros
de negocios en 2020. Las predicciones abarcan áreas muy variadas como
tendencias económicas mundiales, tecnología, sostenibilidad, RSC etc. Por supuesto
también destacan algunas tendencias que tendrán un especial relieve el próximo
año en cuanto a viajes de negocios. A éstas últimas les hemos dedicado una
lectura especialmente interesada.
Vuelven a poner la seguridad de los viajeros entre las
preocupaciones de las compañías. Cuando todavía en nuestro mercado estamos
hablando de cómo conciliar políticas de viajes y políticas de riesgos en desplazamientos
profesionales, nos encontramos con que mercados más maduros como el
norteamericano ponen entre las prioridades de la política de viajes, la
preocupación sobre desplazamientos de grupos específicos como son las mujeres
viajeras y los empleados del grupo LGBT.
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En un estudio reciente de Wafefield,
citado por SAP CONCUR, se recoge que el 78% de las mujeres reportan haber sufrido
algún tipo de acoso durante sus viajes de negocios y una mayoría (52%) quieren recibir
más orientación y apoyo de sus empleadores.
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Más grave aún parece la preocupación
de los propios viajeros del grupo LGBT ante sus desplazamientos profesionales. El
95% de estos viajeros indicaron haber ocultado su orientación sexual durante un
viaje de trabajo, un 57% de los viajeros de este grupo indicó que ocultaron su
orientación sexual por su propia seguridad. Si tenemos en cuenta que existen 70
estados miembros de la ONU que criminalizan los actos sexuales libremente
establecidos entre personas adultas del mismo sexo y muchos de ellos clasifican
de actos indecentes punibles ciertos gestos, formas y comportamientos empezaríamos
a pensar que, aunque ciertamente es un tema muy delicado, de alguna forma hay
que abordarlo en los viajes corporativos.
Un paso sencillo sería sin duda que los trabajadores pudieran
consultar abiertamente en la política de viajes la información sobre las
condiciones que ofrece cada país al respecto. El informe de ILGA por
ejemplo, ofrece toda la información por países sobre normativas de homofobia en
el mundo. A partir de aquí seguro que pueden hacerse muchas otras cosas, pero
informar y formar al respecto sería un primer paso.
¿Se puede apelar a la responsabilidad personal de cada
viajero cuando se trate de estos temas? Se puede, pero las empresas no pueden olvidar
nunca que tienen ante sus trabajadores una responsabilidad moral y legal que
les impone el deber de cuidado de sus trabajadores por una parte y el deber de
diligencia por otro lado, lo que implica que deben informar y formar a los
viajeros de los riesgos que pueden provenir del entorno social y sanitario del
Estado de destino, así como de las circunstancias especiales de estos estados.
Avisados estamos. © Alicia Estrada. GEBTA. 2019