El difícil arte de compaginar rentabilidad, sostenibilidad y viajes de empresa
Trabajar en el sector de viajes de negocios es seguramente una de las formas más complicadas de jugar a ser mago. Hasta ahora intentábamos conciliar la necesidad de las empresas de viajar, con la optimización de gastos. Un tercer elemento se nos ha sumado últimamente. Ahora se trata además, de desarrollar estrategias de viajes que permitan a las corporaciones aumentar su eficiencia a la vez que reducen el impacto medioambiental.
La sostenibilidad en viajes corporativos es aún un tema incipiente en nuestro país, pero preocupa a muchos gestores de viajes. No se trata únicamente de un problema de responsabilidad. Sabemos que en breve puede ser un grave problema económico para las organizaciones.
Actualmente algunas empresas gestionan voluntariamente la huella de carbono de sus viajes, es decir miden la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por una determinada actividad (transporte, organización de un evento, alimentación etc.) y los mitigan, con una compensación económica donada a través de un programa acreditado, destinado normalmente a proyectos medioambientales en países en vías de desarrollo.
¿En cuánto tiempo el carácter voluntario de la compensación de la huella de carbono en viajes se va a transformar en obligación de pagar? Pues seguramente hablamos de un periodo corto-medio. Posiblemente también será el sector de transportes el primero que se va a ver afectado por la medida. En el “Libro Blanco” de la UE que marca la ruta de la política de transportes sostenibles en Europa, se recoge como objetivo clave para lograr la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) Avanzar hacia la aplicación plena de los principios del “usuario pagador” y de “quien contamina paga”
¿Cuánto va a costar esto a las empresas que viajan? Seguramente mucho dinero. Nos parece sin embargo que antes de abrir la veda, a las administraciones pertinentes aún les queda un largo trecho por recorrer. Sin querer entrar en cuestiones de sensibilización, de normalización del espacio aéreo europeo o de infraestructuras, se nos vienen a la cabeza algunas reflexiones muy simples, aplicables a la sostenibilidad en viajes de negocios.
Si ustedes navegan por Internet encontrarán numerosas calculadoras y programas que pueden ayudarles a conocer la huella ecológica de sus vuelos, desplazamientos en coches, viajes en tren etc. En general son sistemas planos que en el caso del aéreo por ejemplo, tienen en cuenta parámetros de distancia, clase en que se vuela, escalas que se realizan y poco más.
¿Por qué no tener en cuenta el nivel de sostenibilidad de las propias aerolíneas? El Índice de eficiencia de las compañías aéreas tendría que ser un parámetro más en el cálculo de la compensación económica. Volar en una aerolínea con una flota moderna, con un número mayor de asientos que otra en el mismo modelo (más incómodos pero menos contaminantes), mayor nivel de ocupación en vuelos, uso de wimglets etc. debiera aminorar el coste que la empresa debe pagar por la compensación del carbono en el desplazamiento de sus empleados.
Otro parámetro que proponemos se tenga en cuenta en esta calculadora de sostenibilidad de los viajes corporativos: el tema de los equipajes. Los turistas vacacionales vuelan habitualmente con maletas facturadas, los viajeros de negocios en muchas ocasiones vuelan únicamente con equipaje de mano. La optimización del peso en el avión genera importantes ahorros que podemos valorar sosteniblemente y que es necesario reconocer a las empresas, mediante reducciones económicas.
Tenemos que ponderar también la fuerte repercusión de los viajes de empresa y del turismo de reunión, sobre las economías locales. Un viajero de negocios tiene un gasto medio en destino entre 2.5 y 5 veces más que un viajero vacacional. Habría que buscar una forma justa de equilibrar consumo de viajeros de empresa y aportaciones al desarrollo de los destinos.
Podríamos añadir otros muchos casos pero llegaríamos siempre a una misma conclusión. Los viajes de empresa y el desarrollo sostenible tienen que ser complementarios y ambos deben caminar de forma paralela. Nos queda mucho trabajo por delante.
(c) Alicia Estrada. GEBTA, 2011.
jueves, 7 de julio de 2011
Huella de carbono con matizaciones
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por compartir sus comentarios con nosotros.