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jueves, 23 de enero de 2020

Movilidad urbana y viajes de negocios




De la mano de Mozio y AMEX GBT hace tan solo unos días se celebró en Nueva York un foro internacional en torno a la movilidad en viajes y se puso a debate el tema de las nuevas formas de movilidad y los viajes de negocios. El foro pretendía aproximar el mundo de la nueva movilidad a la distribución a través de empresas y agencias especializadas en Business Travel, detectando precisamente las debilidades y amenazas que puede encontrar esta relación a tres bandas.

El primer elemento que se puso encima de la mesa fue el choque de lo que en el Foro llamaron proveedores de movilidad tradicional y proveedores de movilidad innovadora.


·        En el primer grupo, el de la movilidad tradicional, se encuentran compañías de taxis, rentacaristas, empresas de renting etc. que proporcionan un servicio de calidad con garantía de vehículos y compromisos de servicio (SLA)  muy estipulados y reglamentados y que ofrecen un nivel de precio acorde al servicio que prestan (más alto que empresas del otro grupo) Este grupo no está formado por las empresas con mayor agilidad técnica.

·        La nueva movilidad está en manos de empresas innovadoras que proporcionan una tecnología muy eficiente y ágil para el cambio, con tarifas más bajas que la movilidad tradicional pero que pueden quedarse atrás cuando se trata de dar garantías de servicio, atención al cliente, temas legales, temas de seguridad (Incuestionables en viajes de empresa)


En esta situación tanto la agencia corporativa como la empresa se encuentran en la dificultad de conciliar ambas filosofías ¿Cómo se fusionan ambos mundos, cada uno con sus ventajas e inconvenientes?

Las dificultades no acaban aquí para los viajes corporativos. En el sector del Business Travel estamos muy habituados a firmar alianzas comerciales con grandes proveedores o con agregadores de oferta. Si contemplamos el panorama actual de la movilidad urbana (car sharing, car pooling, moto eléctrica compartida…) y de la micromovilidad (patinetes, bicicletas etc.) nos encontramos con un sector tan disgregado que para un gestor de viajes corporativos en la empresa o en la agencia, resulta muy difícil redireccionar a sus viajeros de negocios hacia un pequeño número de proveedores, con el fin de obtener tarifas preferenciales. ¿Cómo se parametriza este galimatías en política, cómo se firman los acuerdos con las empresas de movilidad, como se centralizan los pagos? En palabras de David Litwak, CEO de Mozio, “En cuestiones de movilidad urbana para las empresas estamos en plena Guerra de las trincheras”. ¿Cómo avanzar posiciones en esta primera guerra mundial de la movilidad urbana?

En el foro se pronosticó que la siguiente batalla se dirimiría entre actores muy grandes y muy tecnológicos, tipo Uber, Google Maps o similar, alguien capaz de crear una superAPP que aglutinara las diferentes soluciones de movilidad en un único lugar, ofreciendo además de la conexión con proveedores de movilidad urbana, la incorporación de múltiples plataformas de transporte público. Se trataría evidentemente de un interfaz único con sistemas de pago estándares. El desarrollo nos hace recordar a un BSP de la movilidad.

En el foro se puso de manifiesto que solo cuando se produzca este periodo de consolidación de la movilidad en un número muy pequeño de marketplaces, será factible incorporar definitivamente la movilidad urbana como clave de las políticas de viajes corporativas. Por nuestra parte, estamos seguros de que los requerimientos de sostenibilidad en las empresas van a hacer necesario llegar a un entente con este nuevo sector, un camino que las agencias GEBTA ya han comenzado pero que es necesario dinamizar más rápidamente. ¡Qué así sea!


© Alicia Estrada. GEBTA. 2020.

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