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lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Gestión estratégica de millas voladas?_1

¿Existen parcelas de mejora en la optimización de los gastos que las empresas destinan a la cuenta de viajes? “Haberlos, haylos” y en ocasiones en ámbitos poco explorados por las organizaciones. Nos referimos en esta ocasión a millas gratuitas a partir de programas de pasajero frecuente. ¿Podemos hacer una gestión estratégica de estas millas o puntos sin entrar además en posiciones violentas con nuestros viajeros?

España no es un país donde los programas de pasajero frecuente formen parte de la gestión estratégica del viaje de negocios y en general se han dejado en manos de los propios viajeros.
En el mundo corporativo existen actualmente unos 200 programas de pasajero frecuente vinculados a grandes aerolíneas, cadenas hoteleras, empresas de alquiler de coches etc. Estos programas se han convertido en verdaderas herramientas de marketing y las diferencias entre ellos son tan grandes que exigen una aproximación más técnica que simplemente adherirse al programa de la aerolínea con la que más comúnmente volamos.
Un baremo muy sencillo que podemos realizar es comparar el número de millas que debemos volar para poder disfrutar de un vuelo gratuito, ida y vuelta, en clase económica en un país de la Unión Europea. Nos encontraremos con una horquilla que va de las 5.500 millas hasta las 111.000 millas. ¡Demasiada diferencia!
Teniendo en cuenta que los programas de pasajero frecuente establecen entre ellos altos niveles de relación en función unas veces de alianzas, otras de partenariados comerciales, podría darse el caso de volar habitualmente con una aerolínea y sin embargo contabilizar las millas con el programa de pasajero frecuente de otra compañía. Hay que tener en cuenta por ejemplo que compañías como Alitalia participan en los programas de otras 18 aerolíneas; Iberia colabora con otras 16 compañías aéreas y Lufthansa con 22 líneas. Un estudio a fondo nos podría llevar a ser pasajeros frecuentes de Air Berlín pero inscritos en el programa de Iberia o a la inversa, y sólo por poner un ejemplo.
Políticas empresariales con millas voladas
Existen diferentes posicionamientos al respecto. En todo caso se trata de un tema delicado que debiera formar parte de las políticas de recursos humanos de las compañías, lo que tampoco es habitual en nuestro país.
En general tendremos tres posicionamientos ante los puntos provenientes de los programas de pasajero frecuente:
  • Uso individual del viajero. Ninguna participación de la compañía.
  • Puntos compartidos entre el viajero y al organización. 
  • Programas de puntos para empresas.
En el próximo post haremos un acercamiento a cada uno de ellos. ¿Seguimos hablando?

(c) GEBTA. Alicia Estrada, 2013

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